Consciencia emergente. Foto tomada por Rafa Téllez |
Queridos lectores.
Esto me sucedió hace muchos años, siendo yo un adolescente. Supuso un verdadero viaje
a oriente, a pesar de que no me alejé físicamente de mi ciudad, Sevilla.
Fue durante un fin de semana en el que un conocido Dojo Zen
de Sevilla abría sus puertas para unas jornadas introductorias al budismo Zen.
Entonces, junto a un grupo de amigos, adolescentes todos y con las cabezas
llenas de ilusiones y fantasias acerca del Japón feudal y el misticismo Samurai,
asistimos a dichas jornadas.