martes, 23 de diciembre de 2014

Relato: "Pies Negros"

Relato Pies negros
Imagen de Zenhaus
Había una vez un poblado indio al que llegó un forastera. Hablaba un poco raro, tenía la piel muy blanca, unos ojos azules que asustaban al principio porque nadie en el poblado había visto nunca unos ojos de ese color,  además nunca llevaba zapatos, por eso en aquella tribu la llamaban Pies Negros.
Pies negros era curandera, una curandera muy especial, curaba con las manos y con los pies y eso no lo habían visto nunca los curanderos de la tribu: ella curaba torceduras y problemas musculares. Cuando alguien había estado mucho tiempo enfermo y se había olvidado de caminar,  Pies Negros podía ayudarle a recordar la manera de hacerlo, para ello se ayudaba de los pies. Sus pies parecían los pies de un mono: con ellos era capaz de agarrar los pies de los demás y enseñarlos a pisar bien en el suelo. Además, a Pies Negros le gustaban los caballos y también curaba con los caballos, cuando un niño estaba malito, Pies Negros lo paseaba a caballo y mejoraba poco a poco. Incluso los niños que no podían andar, se ponían más fuertes y eran muy  felices montando a caballo, cuando los niños montaban con ella a caballo  veían pájaros volar y los señalaban, Pies Negros les decía: algún día volareis como los pájaros. Entonces los niños bajaban de los caballos, buscaban las plumas que se les caían a los pájaros  y se las regalaban a Pies Negros, que se las ponía el pelo para adornarse.