Foto tomada por Rafa Téllez.
Os comento una visita al Cromlech de los Almendres, que se encuentra situado a 10 kilómetros de Évora, en Portugal.
Un cromlech es una agrupación de monumentos megalíticos, su constructores, hace milenios, demostraron tener amplios conocimientos sobre astronomía y fenómenos telúricos, los emplazamientos de megalitos suelen coincidir con corrientes subterráneas y estar alineados con fenómenos astronómicos.
Foto tomada por Rafa Téllez.
Foto tomada por Rafa Téllez.
En el caso de los Almendres el conjunto del cromlech, que nada menos es una agrupación de 95 menhires, se alinea durante le solsticio de verano con un Menhir solitario que se encuentra a considerable distancia del mismo. Visto desde el conjunto del cromlech, el llamado Menhir de los Almendres señala el punto de salida del sol durante el día de solsticio de verano. Hay muchas otras correspondencias astronómicas que hacen de este lugar un observatorio milenario.
Pasear por Los Almendres en busca de los megalitos , observar crecer las sombras de las piedras antiguas al atardecer, intentando impregnarse del significado y sentir el caer de la noche es, en si, una experiencia iniciática.
Foto tomada por Rafa Téllez
Es curioso lo que tenía esta gente con los solsticios, aquí y en Stonehenge, el de verano, y en el túmulo de Newgrange en Irlanda (yo casi voy a verlo cuando anduve por allí el año pasado), el de invierno. ¿Cómo lo hacían? ¿Estudiaban la sombra de un palito durante varios años? También se puede observar la salida del sol en el horizonte... entre cosechas estas gentes se aburrían un poco y les daba por fijarse en el sol y la luna, y en su vecino, o vecina, también. Seguro.
ResponderEliminarLa verdad es que a mi tambien me sorprenden los conocimientos que se manejaban en aquellos tiempos, para nosotros remotos. Creo que su conocimeitno era una ciencia que iba más allá de observar sombras durante unos años. En mi oponión había sociedades iniciaticas que investigaban y transmitian el conocimiento generación tras generación, lo que algunos vienen a llamar "La Tradición Primordial"... que posteriormente, y siempre a modo de hipótesis, sefue transmitiendo al resto de escuelas iniciaticas que se desarrollarno a lo largo de la historia... leyenda e historia se difuminancomo la sombra del los menhires...
ResponderEliminarMaravilloso lugar: a mí, tan tocona de piedras, tan fetichista de lo inorgánico, me enamora. Aunque las piedras tienen alma, anda que no, y si encima forman parte de un proyecto humano de hace miles de años, no cabe la duda. Que no nos hace falta irnos demasiado lejos, Rafa- Imagínate viviendo cerca de un lugar como ese y encima con una copa de vinho verde fresquito esperándote a la vuelta.
ResponderEliminarTienes razón María, tenemos cerca de nosotros todos los tesoros que necesitamos, a solo unos cientos de kilómetros estos megalitos (grandes piedras hablando en plata) en el país vecino nos transportan al pasado.
ResponderEliminarLa piedra filosofal está más cerca de lo que pensamos, pero para eso hay que dejarse de tanto pensar...