Nadie rebaje a lágrima o
reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche (…)
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche (…)
"Poema de los dones", de Jorge
Luis Borges.
A ti te dio los libros y la
noche, y tú añadiste a “Los Inmortales”. En medio de la noche, en un desvelo,
corro en un laberinto junto a ti. La sequedad del desierto apenas es mitigada
por el agua amarga del río de la inmortalidad.
En esta ciudad aterradora, de
geometría no euclídea, recorremos pasillos que no nos llevan a ningún sitio.
Enormes puertas tras las cuales sólo encontramos pequeñas celdas, imposible es
caminar por unas escalImagen de Priscila Arenas |
Transpiración y sofoco, junto a
ti Borges, dando vuelta tras vuelta a esas raras esquinas, nada rectangulares,
imposibles de doblar. ¿Vuelvo una esquina o vuelvo una almohada? El laberinto me sofoca, pero algo hay que me
orienta, ¿es una voz o un grito?... es un hilo de sonido que sigo y al fin me
saca del laberinto, es un balbuceo infantil, mi hija tira del hilo... ¡Ariadna!
¡Magnífico! La arañita Ariadna y Borges hermanados en tu desvelo.
ResponderEliminarOtra magnífica (Sin sic) visión del maestro ciego en mi blog, en la entrada "Un intermedio. Un cuento. Un sueño"
http://mialmacanina.blogspot.com.es/2012/12/un-intermedio-un-cuento-un-sueno.html
No se adonde me llevará este laberinto con Borges... acabo de leer La Casa de Asterion y resulta que me he topado otra vez con un laberinto y con Ariadna...
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