Cartel del acto en Casa Tomada |
Desmontando a las sombras de Grey, esta era la propuesta a la que nos invitaban María José Barrios y Raquel Campuzano desde su Casa Tomada, que fue de nuevo tomada por un ingente grupo de ávidos libropensantes.
Mucho se ha hablado de esa trilogía best seller, se ha cacareado, recomendado, criticado... se ha pregonado a los cuatro vientos o vilipendiado con diatribas... por otro lado, en muy pocas ocasiones se ha entrado al meollo de desentrañar los mecanismos narrativos desde la seriedad y el humor, a ello nos invitaban.
Un dato curioso, de todo el grupo de libropesantes allí reunido, sólo dos habían podido terminar de leer la saga completa, el resto habíamos abandonado el empeño tras leer los primeros capítulos, muchos/as incluso habíamos abandonado antes del contenido sexual que se supone el eje vertebrador del éxito de la serie.
¿Por qué vende tanto?, ¿por qué tanto éxito?... esas eran nuestras dudas. Las ponentes, proponentes, no pretendían dar esas respuestas, aunque nos ofrecieron algunas claves: una librera les comentó que el primer día en que les llegó una caja con el libro, entonces desconocido, ya venía acompañado con cartelones que rezaban "el libro del que habla todo el mundo". Suponía aquello el inicio de una campaña brutal de marketing que tenía como Leitmotiv el "Porno para Mamás"... sin comentarios... aunque los hubo...
Las proponentes nos hicieron una proposición, honesta, -bueno, no tanto, ya que confesaron que ellas tampoco habían podido leer la saga completa, al menos la proposición era mucho más honesta que cualquiera que nos hubiera podido hacer el Sr. Grey, y eso se agradece- se trataba de leer algunos fragmentos y desentrañar, analizar, deconstruir el ¿estilo literario?...de la autora.
Empezando por la construcción del personaje... echamos unas buenas risas intentando imaginar a Anastasia, la protagonista, norteamericana, estudiante universitaria de literatura, con 21 (casi 22) años, sin experiencia sexual o amorosa previa alguna, un absoluto desconocimiento de su propio cuerpo, y graves problemas para describir situaciones e interpretar emociones propias y ajenas. ¿A qué Universidad va esta americana?, ¿qué hizo esta americana en el baile de graduación de secundaria?... ¿de verdad estudia literatura?...
Pasamos por la descripción de las escenas, pudimos (no pudimos) visualizar a la protagonista con los ojos cerrados y al mismo tiempo mirando al Sr. Grey; una habitación muy moderna con una cama de roble macizo y columnatas, paredes blancas con "accesorios en azúl"; pudimos (no pudimos) ver al Sr. Grey, guapo, guapísimo, enfadado, tierno, amenazante, con ceño fruncido, seguro y jadeante en un único instante en el que, al mismo tiempo con una mano, con dos o con ninguna, deshacía la coleta y veía el pelo suelto de la protagonista... todo esto lo hacía de pie o de rodillas mientras que Anastasia se encontraba tumbada y/o sentada sobre la cama. (Los dos Heissenberg fliparían con esto: el físico y el químico)
Podríamos, y no podríamos leer y no ver mucho más... pero vamos a dejarlo... como todos los que empezamos y lo dejamos, porque el binomio Grey-Anastasia merece que lo dejen... no ya por infumable, sino porque hay un trasfondo ideológico que no es cosa de broma. El mensaje de toda la trilogía puede resumirse en: "no importa que te somentan, ni que te maltraten, mientras tú lo ames, síguele juego, ¡aguanta!, ¡aguanta!... que si aguantas al final todo cambiará".
Volviendo a la sesión, las proponentes propusieron otras obras de literatura erótica, literatura de calidad, que plantea dilemas morales y perfiles psicológicos complejos, obras como "Nueve semanas y media" de Elizabeth McNeill, que también versa sobre una relación de dominación-sumisión, con algunas diferencias: la protagonista es una mujer con madurez y poder, que asume el rol de sumisión, pero que lo cuestiona, duda y es capaz de poner límites y fin a la relación. Otra propuesta es "Historia de O" de Pauline Reagé, una historia dura, que va más allá del juego de sumisión, pasando a tratar la esclavitud sexual. Mención especial merece "Las edades de Lulú", de Almudena Grandes, una novela sensual y erótica que nos presenta a una protagonista joven pero para nada inocente...
Para terminar con una sonrisa, os comento el impacto hilarante que produjo en la sala la reseña de "Cincuenta sombras de Gregorio", de Rossella Calabró. Gregorio no es cómo el sr. Grey, él no es rico, ni guapo, ni poderoso, pero las hace reír.
Yo tampoco pude terminar con el primer libro. He de confesar que lo comencé a leer por pura curiosidad, tampoco es que me interesase mucho. Pero ahí se ha quedado... A medias.
ResponderEliminarSuele pasar, cuando algo genera tantas expectativas al final nos quedamos "a medias"... Un saludo.
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