Queridos lectores: os comento una experiencia realmente
iniciática que tuve la ocasión de vivir anoche en el restaurante Al SolitoPosto.
Vinos y elementos del camino. Foto tomada por Rafa Téllez
Asistí a una cata-maridaje organizada por el sumiller Fran León y ambientada en el Camino de
Santiago. Una experiencia sensorial envolvente, que consistía en la cata de tres
vinos de lugares emblemáticos de la ruta jacobea maridados con sendas tapas
adaptadas a los mismos.
El sumiller presentaba cada vino en el contexto histórico de
la peregrinación y aportaba datos e interpretaciones simbólicas de cada paso en
la cata y en el camino.
Fran León sumergiéndonos en las sensaciones del vino rosado. Foto tomada por Rafa Téllez
El primer vino fue un rosado de León. Según Fran León la
cristalinidad del vino rosado al trasluz nos evoca la luminosidad de las
vidrieras de la catedral de León. Si nos retrotraemos al periodo medieval,
podemos imaginar la explosión de colores y elevación de espíritu que sentía un
peregrino que, tras diás de árido camino, entraba en la luminosa catedral de
León: un autentica epifanía de lo sagrado.
Por otro lado el vino rosado nos evoca la frescura del
peregrino y la claridad de la mente ante el camino por venir. Este vino fue acompañado por un bacalao cocinado al estilo
del Bierzo.
Prieto picudo, vino de la uva típica del Bierzo. Foto Tomada por Rafa Téllez.
El segundo vino presentado fue un prieto picudo del Bierzo.
Un vino tinto potente, el color rojizo nos evoca, en palabras de Fran León, la
maduración del peregrino durante la ruta. Los aromas evocan las tierras del
bierzo: frutas, maderas, potencia de sabores para acompañar las potentes
comidas del lugar. Acompañado armoniosamente por unas costillas al horno.
El tercer vino fue un vino gallego: un albariño que emana
aromas marinos y nos sugiere el fin del camino, la parada en Santiago y el
final en el mar, más allá de Compostela: "el campo de estrellas". Fue un placer jugar a adivinar los
matices a hiervas atlánticas y espuma de mar contenidos en el albariño. Un
deleite al paladar su maridaje con lomo al puré de castañas: maridaje, como todos los anteriores: perfecto.
Ambiente peregrino: luz tenue, música gallega de fondo y compartir comida y bebida. Foto tomada por Rafa Tellez.
El final de fiesta lo puso la queimada, con su conjuro leído
por una señora gallega, el ritual de la queimada supone la purificación por el
fuego y la invitación a los cuatro elementos y a nuestros seres queridos
lejanos para queparticipen con nosotros en el brindis. Os dejo el fragmento
final:
Fran León sirviendo queimada. Foto de Fran León Eventos
¡Oíd, oíd! los
rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando
así purificadas.
Y cuando esta queimada baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.
Y cuando esta queimada baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.
Me gusto muchissimo, la descripción y la comparacion en el tiempo, espacio, olores de las diferentes vinos.
ResponderEliminarMe llamo mucho la atención las palabras que usa para describir el vino gallego "albariño". Yo comercializo en Licor al Vino Albariño, bajo una receta artesanal....y sobre todo las palabras para unir y atraer las fuerzas y las energias del Universo. Mis Felicitaciones..! Alejandra
Todo un placer compartirlo contigo Alejandra. Como viajero en busca de la tradición primordial soy un enamorado de las tierras gallegas y de todo lo que de ellas emana. Esa magia ancestral que se filtra desde lo cotidiano: un prado verde impregnado de rocio al amanecer, el calor del fuego en una lareira, un campo de estrellas en el cielo que nos señala el camino hacia el Finis Terrae... el mar gallego: Magna Mater que nos acoge otra vez en su seno.
ResponderEliminarSi con un licor lo sublimas todo, estás siendo parte de "La Gran Obra".
Gracias por la entrada Rafa, sin duda no puedo tener mejor escribano . Un abrazo.
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