El Arcano sin Nombre: La Guerra Nuestra

El arcano número XIII del Tarot, terrible imagen que no es lo que parece. Siempre que sale esta carta, más de uno se pone a temblar: "¡me ha salido la muerte!". El arcano sin nombre entonces sonríe: "no te he salido, la muerte la llevas puesta, ¡siempre!".

Recientemente, he asistido a un curso muy interesante sobre el simbolismo psicológico del Tarot, impartido por Jorge Llano. En ese curso aprendí, entre otras cosas, a ubicar el arcano número XIII. Se trata de profundizar en nuestro pasado, de cavar hondo y oxigenar, si hacemos eso, el pasado se vuelve abono y nos nutre. Es aquí donde el trabajo del arcano XIII entronca con la Guerra Nuestra. 

Colectivo Guadaltintero, en esta ocasión, negro es el color.

El Colectivo de escritores Guadaltintero escribió este libro de relatos como un ejercicio literario, un ejercicio que ha superado todas las expectativas. Al cruzarse situaciones y personajes, reales y de ficción, de unos relatos a los otros, la percepción lectora es de totalidad y hay quien entiende la obra como una novela coral escrita a varias manos.

Pero hay un efecto sinérgico aún más interesante: preparando la presentación del libro recaímos en el enorme poder sanador de la escritura. Nuestro libro trata de dolores viejos, de penas e injusticias sin arreglar. Historias sepultadas, secretos de familia que no se miran por dolorosos. El hecho de escribir sobre ellos, incluso de ficcionar y evocar relaciones de ayuda mutua entre personajes de ambos lados, hace que veamos ciertas vías para solucionar viejos conflictos. Las viejas heridas de la Guerra Civil Española de 1936 necesitan luz, necesitan oxígeno para sanar.

Podríamos decir que con La Guerra Nuestra hemos trabajado tal como lo hace el Arcano sin nombre: removiendo ciertas cosas para liberarlas. En el diálogo posterior, por comentarios con los asistentes, comprobamos que el trabajo estaba iniciado, algo estaba resonando en las consciencias.